¿Comprar más barato es comprar mejor?


Leo en el principal diario chileno una noticia que hace referencia a un ahorro en el sistema de compras públicas de Chile del 7,7% en relación con el año 2015, algo más de 373 millones de dólares. El encabezamiento del texto no deja lugar a dudas: "mejores resultados" que el año anterior.

Es evidente la necesidad de ajustar al máximo el gasto público, en especial en momentos en los que, como le ocurre a Chile ahora mismo, alcanzar el balance fiscal no es tarea nada sencilla. Pero ¿es posible simplificar hasta el punto de que se considere comprar más barato como sinónimo de comprar mejor?

Pienso en cómo el Gobierno de Chile está comprando servicios de consultoría y tecnología. Fundamentalmente, y de manera creciente, abandonando las licitaciones públicas y empleando de manera masiva un convenio marco de desarrollo y mantención de sistemas informáticos en el que se encuentran homologadas unas cuatrocientas empresas. Un procedimiento administrativamente muy sencillo pero que sitúa todo el peso de la licitación en el precio. La consecuencia directa, como no podía ser de otro modo, es un descenso continuado de las tarifas a las cuales se adjudican los contratos.

¿Se están comprando servicios de desarrollo de software más baratos? Sin duda. ¿Se está comprando mejor? A mi juicio, se está comprando peor; claramente peor. Porque se eliminan de la ecuación - no solo en la adjudicación, sino también en la gestión de los proyectos - los planteamientos técnicos, la productividad de los equipos, la utilización de herramientas, el empleo de metodologías. Y, lo que es peor, se está expulsando del sector público al talento de las empresas de servicios tecnológicos, quienes prefieren asignar a sus mejores profesionales en sectores - banca, telecomunicaciones, industria - que remuneran mejor, crecientemente mejor. La consecuencia última, proyectos tecnológicos de peor calidad en el Estado.

Y es que no necesariamente la manera de comprar servicios tecnológicas debe guiarse por los mismos criterios con los que se compran sillas o material de oficina. No necesariamente comprar más barato es comprar mejor.

[Publicado originalmente en Linkedin el 16 de septiembre de 2016]